
Gatito que una mujer encontró en una urbanización, cerca de un contenedor de basura y con una patita rota. Suponemos que fue atropellado.
Estuvo ingresado mucho tiempo ya que la fractura era complicada y debía estar muy quietito para que soldara bien.
En esos días se ganó el cariño de todo el personal de la clínica por su carácter mimoso y recibía caricias y cuidados de cada uno.
Ahora Blue ya tiene familia y es feliz compartiendo sus juegos y su vida con una niña que le adora.
Nos hicimos cargo de los gastos veterinarios de la fractura y hospitalización , y para ponerle al día su cartilla sanitaria.